La reflexología de manos se basa en los mismos principios que la reflexología de pies: cada punto en las manos corresponde a diferentes órganos y sistemas del cuerpo. A través de la estimulación de estos puntos, se puede aliviar el dolor, mejorar el funcionamiento de los órganos y restablecer el equilibrio físico y emocional del cuerpo. Es una técnica altamente efectiva para aquellos que buscan un enfoque no invasivo y natural para mejorar su bienestar.
Durante una sesión de reflexología de manos, el paciente debe estar en una posición cómoda y relajada, preferiblemente sentado. El terapeuta aplicará presión en puntos específicos de las manos, utilizando técnicas de presión, rotación y estiramiento de los dedos y las palmas. Es importante que el paciente se sienta cómodo y, si experimenta dolor o incomodidad, debe comunicarlo al terapeuta para ajustar la intensidad. A lo largo del tratamiento, el paciente puede sentir sensaciones de alivio o de liberación de tensiones a medida que se estimulan los puntos reflejos.